Es el momento de relatar la parte más personal de la
historia. Siendo tan independiente y solitaria no tenia oportunidad alguna de
dar mis puntos de vista, criticar o expresarme. Pensamientos, mi herramienta de
vida. Tan ocultos, tan extraordinarios y por sobre todo: tan únicos. Cada uno
con distintas personalidades diciéndome que hacer, dándome consejos, callándome
y ocultándose del exterior. Estos personajes vivían dentro de mí, no los podía
ver solo los escuchaba. Cuando me negaba o contradecía se enojaban. Al enojarse
discutían todos al mismo tiempo, me sofocaban. Gritaban y amenazaban. A veces
se iban, otras se quedaban hasta que obtenían lo que buscaban.
Al principio pensé que eran amigos, después me empecé a
sentir usada como un juguete. Prácticamente existía una jerarquía entre las
voces, la más poderosa que resaltaba al lado de las otras por ser tan
manipuladora. Muchas veces me convenció de realizar actos en contra de mis
valores, me perturbaba. Cuando no podía ella sola, las otras voces se le
sumaban. Ya era sumamente cansador no dormía por días y era incapaz de razonar.
Con el tiempo aprendí a convivir con ellas y con el mismo
tiempo me fueron abandonando, como todos. Ya había aprendido a quererlas y
usarlas a mi favor. Aunque me acompañaron por varios momentos ahora es el
momento y lugar donde más las necesito, en este desquiciado hospital . A veces
solo pienso en que no me sentiría tan sola y tendría a un par de mi lado. El egoísmo me dejo tan sola como quise.
Segui escribiendo
ResponderEliminarNunca
Eliminar