martes, 5 de noviembre de 2013

CHAPTER 7

Es el momento de relatar la parte más personal de la historia. Siendo tan independiente y solitaria no tenia oportunidad alguna de dar mis puntos de vista, criticar o expresarme. Pensamientos, mi herramienta de vida. Tan ocultos, tan extraordinarios y por sobre todo: tan únicos. Cada uno con distintas personalidades diciéndome que hacer, dándome consejos, callándome y ocultándose del exterior. Estos personajes vivían dentro de mí, no los podía ver solo los escuchaba. Cuando me negaba o contradecía se enojaban. Al enojarse discutían todos al mismo tiempo, me sofocaban. Gritaban y amenazaban. A veces se iban, otras se quedaban hasta que obtenían lo que buscaban.

Al principio pensé que eran amigos, después me empecé a sentir usada como un juguete. Prácticamente existía una jerarquía entre las voces, la más poderosa que resaltaba al lado de las otras por ser tan manipuladora. Muchas veces me convenció de realizar actos en contra de mis valores, me perturbaba. Cuando no podía ella sola, las otras voces se le sumaban. Ya era sumamente cansador no dormía por días y era incapaz de razonar.


Con el tiempo aprendí a convivir con ellas y con el mismo tiempo me fueron abandonando, como todos. Ya había aprendido a quererlas y usarlas a mi favor. Aunque me acompañaron por varios momentos ahora es el momento y lugar donde más las necesito, en este desquiciado hospital . A veces solo pienso en que no me sentiría tan sola y tendría a un par de mi lado. El egoísmo me dejo tan sola como quise.  

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