lunes, 28 de octubre de 2013

CHAPTER 2

Siendo sincera nunca me entere exactamente el día de mi nacimiento. Ya que mis padres no creían, ni festejaban esas tonterías de cumpleaños y otras fechas festivas. Ellos solo creían en su “Amo”, que por lo que entendí era el mismísimo Diablo. Si, ese al que llaman Satanas y muchos le temen. En fin, mis queridos padres lo adoraban.

El día de mi nacimiento, según me describió mi madre fue el día en que lograron el contacto absoluto con dicho “amo” y por esa razón me perdonaron la vida. Nací por parto natural, como no respire los primeros 30 segundos de vida me diagnosticaron muerta. Pero mis ojos negros, se dieron vuelta por completo al quedar blancos y comencé a llorar. Fue ese momento cuando mi padre, asombrado, me tomó en sus flacos brazos y sintió una fuerza oscura. Él supuso que Satán me había elegido. En el momento me bautizaron en una bañera llena de sangre de los sacrificios que realizaban. Y me llamaron Potum Diabolus, que en latín significa “La bebe del Diablo”.


Mi madre, que se había dormido por el cansancio, al despertar y verme en la cuna supo que solo les traería desgracia; tuvo razón.  Mis primeros años, los pase en mi habitación sin conocer el aire fresco. Mi habitación quedaba en el ático porque las demás habitación eran utilizadas para rituales y todas esas ceremonias que organizaban mis padres con otros seguidores de Satanás. No  me permitían asistir a sus encuentros por miedo a que les arruine la noche. No tenia juguetes, solo libros para auto-educarme. Creo que es lo único que valoro de mis padres, ese poco tiempo que se tomaron para enseñarme a leer a los tres años. Tenía todo tipos de libros, cuentos; de Historia, Biología, Psicología, Religiosos (obviamente no podían faltar), y otros. Me sirvieron en el futuro para saber defenderme, y por sobre todo escapar.  



jueves, 24 de octubre de 2013

CHAPTER 1

No existe dedicatoria porque no tengo a nadie a quien mencionar, aparte de mi. Está es mi historia jamás narrada. Este relato permanecerá en mis memorias, ya enterradas.

He decidido empezar a contarles desde mi infancia, hasta este preciso momento. Me encuentro en una pálida habitación, sin ventanas. Me encuentro echada, obligada, en esta cama. Incomoda, sin sabanas, Mis muñecas chillan del dolor. He pedido infinitas veces que aflojen estas cuerdas que me atan a la molesta cama, pero se rehúsan. Insisten en el supuesto peligro que transmito. Pero no entienden las causas de mis acciones, y por defecto sus consecuencias. Solo soy una adolescente de 16 años. ¿Qué mal puedo causar?

Al fin y al cabo, todo empezó en una vieja casa alejada de la transitada ciudad. Mis padres, de los cuales no daré nombres, nunca buscaron hijos. Y mi nacimiento fue una inesperada sorpresa.

Cada tanto viene una enfermera a ver mi estado. Las odio a todas tanto que practico la psicología en contra de ellas hasta hacerlas llorar y que salgan corriendo de la habitación. Siempre viene una nueva, quedándose a mi lado. Pretenden ser serias y morales perol a situación las supera. Además de contar esta historia, es mi único pasatiempo que tengo para pasar las horas dentro de estas 6 paredes. Solo espero y espero, con mis muñecas sangrando, mientras miro al techo para hablarles a las simpáticas enfermeras.  Esa expresión, que suelo tener, las intimida más. No lo puedo creer, están desatando las cuerdas. Ahora la pregunta que se me cruza es: ¿me cambiaran de habitación?




Seconds of helplessness.

Actually, I am not really well. I pretend I am only to not disturb. I see my body and all i have around to say "This is full of shit".

Why I have to live to please others, when they dont please me? My headache is talking to me and it is right in everything he says.I am waiting  for something that give me the power to stay strong.

Something that replace mybeautiful and violent headache.

Yes, We're Sinking     (Escuchen este tema, es demasiado lindo) 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Mi día susceptible.

¿Qué sentís los días en que no dormís? 

¿Pensas claramente o se te confunde con lo del día anterior?  

La susceptibilidad varía según la persona, el carácter y el momento.
 Mi pálida tez indica mi estado de ánimo, aunque no lo crean. A veces no tengo color, soy un cadáver y por dentro el color que mi sangre posee  empieza a notarse cuando pienso en ahogarme. Mis ojos tienen un peso que por la noche no tenían. Mis pensamientos cambian de parecer tan fácilmente a comparación de otros días. Mi personalidad que tan fuerte parecía se desvanece y me doy pena a mí misma. 


¿Qué tanto puede afectarte unas horas en que no soñaste en escaparte? Esas horas parecen eternas. 

Cuando veo su cara es tan brillante, sonriente, vivo y tan fuerte.  Siempre pienso en esa imagen cuando la noche me abraza, pero yo no a ella. Sos mi viva imagen que perdí en mi piel. Te pediría que me devuelvas color a mis días pero al parecer te ocupas del color de otros.