viernes, 19 de julio de 2013

Prioridad de pensamientos.


Mmm… ¿alguna vez se les cruzo la idea del ‘Suicidio’? No hablo de verlo como una futura posibilidad, sino de lo que implica el acto de acabar con tu propia vida. Dejar de ser y decir: -No quiero lidiar con mi vida. 

No es un tema de conversación que podes sacar, por ejemplo mientras estas comiendo. ¿Se lo imaginan? Yo sí, sería algo parecido a esto:


-Mama! No sabes, el otro día mire al mar y pensé en tirarme, dejar todo. No me importas, ni nadie de los que están en esta mesa.


- …


-Má! Hey mamá, ¿por qué no me contestas?



Que ridículo, a los días estaría en la sala de espera de algún hospital o psicólogo. La verdad es que no se si está bien o mal, solo sé que a veces me siento sola. No puedo hablar con nadie de esto y si lo hago no me entienden, en otras palabras pierdo tiempo. No es que este triste o deprimida, ni siquiera viví algo por lo que me quede traumada. Mi vida es normal, es la más normal que conozco. Aunque tengo que admitir que ser normal me aburre y repugna, no tengo nada de interesante y no sé hacer nada bueno o  productivo. Este pensamiento lo escucho adentro mío diariamente, a veces lo hablo conmigo misma; otras con voces (anónimas, para ustedes) y siempre llego a la conclusión de que algo de mi si quiere hacerlo. No ahora, ni en un año pero cuando me canse supongo que lo cumpliré.


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